viernes, 27 de diciembre de 2013

Y rezaba calle arriba

Rezo porque no me muera
en esa cuesta,
porque mi corazón resista
muchas lunas llenas...

Un día de redonda luna
volvía yo a estar cansada,
y me quedé solitaria
frente a mi sola vida...

Ahora, sin nada que hacer
y todo que completar si es cierto
que todo acaba,
 he puesto una alarma

en ese teléfono nuevo,
que suena a las doce
de la mañana:
"Y el ángel del señor

se anunció a María..."
iba diciendo
para mí misma.
Y la cuesta no acababa...

A. López